miércoles, julio 09, 2008

LA FALSA MORAL DE LA NACIONALIDAD (SOBRE LA LIGA DE QUITO Y SU TRIUNFO EN LA COPA LIBERTADORES).

Después de una semana de que la Liga Deportiva Universitaria de la ciudad de Quito venciera al Fluminense de Brasil por 3 a 1 en la tanda de penales (global 5 a 5), me quedan algunas dudas sobre el nivel actual de la Copa Libertadores, que, siendo honesto, ha bajado mucho su nivel de rigurosidad, especialmente teniendo en cuenta el monopolio ostentado por Brasil y Argentina, que cada uno pone a 5 y hasta 6 clubes en este torneo, comparado con el ecuatoriano, que solamente pone 3 (uno debe pelear medio cupo en la pre-Libertadores).

En primer lugar resaltaré la importancia que tiene este torneo, ya que puede estar en un nivel bajo, pero de una u otra manera se trabaja para alcanzar el pleno objetivo que es el logro de alzar la copa; torneo plenamente legítimo, gane quien lo gane, sin apelar a un futbol estético y fantasioso, se logra ver atisbos de buen futbol (obviamente no como la Uefa Champions League, UCL), que es la mejor liga del mundo a nivel interclubes y talvez, después de la Copa del Mundo, el torneo que más se ve a nivel mundial.

En otro punto debo aclarar el hecho de que la Liga ha logrado lo que su coterráneo Barcelona no lo ha hecho: Ser campeón de la Libertadores, pero eso no tiene nada que ver con el adquirimiento de un título como el de la idolatría, ya que esta no se consigue a base de un título, sino de una tradición de lograr triunfos históricos (como ante Estudiantes de la Plata con gol del Padre Bazurto), y ejemplos de idolatría sobran: Liverpool de Inglaterra, Real Madrid de España, Independiente de Avellaneda de Argentina, Boca Juniors del mismo país, Peñarol uruguayo, América de Cali colombiano, ect,. Sí de títulos dependiera la idolatría, el Once Caldas sería el máximo ídolo de Colombia, pero no lo es, como no lo es el Notting Forrest Ingles o el PSV de Holanda.

La constitución de "Ídolos" constituye un paradigma especial que requiere observaciones desde el punto de vista estrictamente sociológico que, se basan esepcialmente en la construcción de una identidad cultural de apego hacia lo que se quiere, ya que no todo lo que se ve no se gusta, y no todo lo que no se ve se aprecia como tal, es el caso de los ídolos en los mitos; por una parte son apreciados, pero en otras culturas se desconoce su origen y hasta su identidad hacia los que la vemos; la constitución de un ídolo se basa en la tradición desde el lumpen más sencillo, hasta el más ostentoso, que se lo identifica y "vende", para acercarlo a una realidad que nos permita ser parte de aquello que ya, culturalmente se gana, nos permita sentirnos parte de sus fracasos y sus triunfos, este es el caso de Barcelona: No ha ganado en 10 años un título local, hace 10 años llegó a la última cita copera, y todavía se mantiene ese recuerdo, pero no se vive de aquello, pero una generación se aferra; por otra parte, las idolatrías se desvanecen con las generaciones, quienes, al no ver algo que los motive o un triunfo o un fracaso que los levante, pasarán en el olvido; como ejemplos, los ídolos religiosos son innumerables, como Shiva en el Hinduísmo.

El punto más importante es la falacia de generalizar en el aspecto de representaciones, es de recordar que el único equipo o conjunto que representa, a nivel internacional a una sociedad establecida en un país es una selección de la misma, ¿Porque digo esto?, en los últimos días, he leído con cierta preocupación esa falsa moral de querer agrupar a todos los ecuatorianos bajo la mirada de que apoyaban a la Liga De Quito, lo cual es grave, ya que si bien es cierto el logro del equipo blanco es meritorio e inapelable (esto por el hecho de que se cuestiona su obtención en la Libertadores), no es muy cierto de que "todos" la apoyan; muchos que apoyan a Barcelona, al Emelec, al Deportivo Cuenca difícilmente darían un voto por la Liga, personalmente la apoyo, es un gran equipo actualmente, pero ese apelamiento a la ecuatorianeidad es dudosa: dudo mucho que un hincha del Flamengo o el Botafogo apoye al Fluminense, ya que son enconados rivales, dudo mucho así mismo que un barcelonista desee que el Emelec alce una copa, eso sería traumático (para los del Barcelona por supuesto), o talvez un hincha del Liverpool o uno del AC Milán apoyen triunfos del Manchester United o del Inter de Milán respectivamente; ¿Qué había una bandera ecuatoriana en el Maracaná? ¿Acaso eso dice algo?, hoy en día se usa esos instrumentos para tratar de apelar a una falsa nacionalidad de acuerdo a contextos específicos que no tienen nada que ver con la realidad ¿Había una bandera de Brasil en el Maracaná?, sería un sacrilegio pensar eso, talvez el argumento más sensato que podría emitir sobre esto es la exigua cultura que se tiene sobre la pasión del futbol: tanto Brasil como Argentina tienen una cultura (y no digo que seamos incultos), tal que dicho deporte sea considerado una religión.

En este aspecto, trato de ser lo más real posible, sin herir un sentimiento, pero apegándome a los sensato, sin ir a nacionalismos que podrían demeritar el logro del equipo de la Liga que, siendo honesto, el Fluminense es el equipo brasileño, de los que he visto, de más bajo nivel futbolístico se haya estado en la copa libertadores, también he leído en varios medios de comunicación que el "Flu" es un grande ¿Grande?, la Liga no se enfrentó a a un Gremio o un Flamengo, y no pongo al Sau Paulo o un Santos, el nivel es otro.

Como digo y repito, es necesario ser realistas, justos campeones son, pero no engloben en general lo que no les constituye, mis respetos y que tengan un exitoso Mundial de Clubes.

martes, julio 01, 2008

EL COMERCIANTE Y LA ECONOMÍA


¿Que tan importante es este personaje en el desarrollo de la economía de un país?, ya que si bien es cierto que la economía se mueve por varios frentes, es el del comercio en donde se manifiesta las necesidades reales de un ciudadano que, cansado, va al lugar del mismo y donde el comerciante, con total atención y respeto, lo atiende, le demuestra lo importante que es, recibe con los brazos abiertos, sabiendo lo elemental que es para su crecimiento; a pesar de que no es reconocida su labor, mal tratado y hasta considerado ignorante, con tesón y sacrificio trabaja y lleva al hogar el pan diario para su hogar, alimentando así la cadena del desarrollo de una economía, que es la familia, pero lo más importante es que este personaje, en silencio, ayuda a sostener la economía, aunque muchos no lo vean así, ni lo aprecien como tal, ese es el valor de un comerciante que tiene por sobre muchos: salir adelante en la adversidad, sabiendo que no cualquiera puede trabajar en esta área y con la convicción de servir a una sociedad, sin importar el precio que deba pagar.