domingo, mayo 27, 2012

Las familias alternativas: de la simple idea a la realidad innegable de un nuevo mundo.

Bien se ha dado el debate fuerte con respecto a la cuestión de que las mujeres británicas desean adoptar a Sayta, siendo madre biológica una de las dos y que su derecho de hacerlo ha sido negado por tema administrativos (la vía fácil para deshacerse de esa papa caliente).

En el fondo, el tema central la parte por el hecho de que muchas parejas, ya sean del mismo sexo o no, forman familias que muchos estratos conservadores cuestionan por no ser parte de la familia "por naturaleza", "por antonomasia", y cuestionan las mismas porque pueden llegar a corromper la misma moral que fundamenta toda sociedad que se precie de tener un fuerte sentimiento de arraigo con respecto a su cultura tradicional. Es bien conocido que el precepto de que "el matrimonio es el pilar de la familia" ha sido, por mucho tiempo (y lo sigue siendo en dichas esferas), la premisa fundamental en la que se escudan esos grupos con el afán claro de desprestigiar cualquier intento de desarrollo de una sociedad plural, y que por lógica natural, la democracia nos permite tomar esas decisiones que se amparan en el legítimo derecho de decidir lo que es correcto o no para cada individuo, y digo esto último, pues los grupos que se oponen a esto, sostienen claramente en que se está coartando el derecho de elegir vivir en una familia "normal" (¿?), ya que existe el temor de que puedan lograr conductas desviadas, ¿Se tiene una sustentación o fundamento válido de que eso pueda darse? Hasta el día de hoy, no existe una prueba de que demuestre de que los niños o niñas que son criados en hogar formado por parejas del mismo sexo tengan esos comportamientos, que su rendimiento escolar sea bajo, entre otros. Falaz en todo caso.

También cabe el derecho de aquellos que, teniendo capacidad de tener hijos y convivan en feliz unión entre hombre y mujer, puedan adoptar, pues también es una oportunidad para ellos, ya que también han sido desamparados por aquellos que, también falazmente, sostienen que el amor de padre y madre "nace" en el momento que ven la luz a sus propios hijos, siendo así, ¿Por qué los grupos que cuestionan a las familias que no son parte de la tradicional, no debaten el problema de los niños o niñas que sufren traumas en hogares donde el padre o la madres son alcohólicos o drogadictos, viven de la limosna pública o son medios para ser llevados a las redes de trata? Lo fácil cuestionan, pero la problemática de fondo la ignoran porque es algo que no puedan ni siquiera mencionar.

La oportunidad de desarrollarnos como sociedad plural está ahí, abierta a todos, solo es cuestión de que todos den el paso acertado en búsqueda de ese nuevo mundo, un mundo más democrático y que represente valores reales, no cuentos ni fantasías que solo le hacen daño a los derechos naturales de los individuos y los colectivos.