domingo, septiembre 06, 2009

LA IZQUIERDA Y LA DERECHA: DETENERSE CON EL PASO O COMO FORTALECER EL FALSO DILEMA POR MEDIO DEL DOGMATISMO POLÍTICO.


Que interesante es pensar la manera como se está manejando el tema político en el Ecuador a nivel general, y el trato de las individuos entre sí a nivel particular, debido al hecho de que se trate de minimizar sus capacidades reales en cuestiones tan elementales como lo son la educación, la salud, el bienestar social, el empleo y el trabajo, limitándose solo a lo que se considera "políticamente correcto", ¿A que me refiero? al hecho de como las personas piensan sobre dichos temas; en cuyo momento de expresarlos se los encasilla, malsanamente y con tendencia a establecer el famoso falso dilema, en una cuestión pírrica de "derecha o de izquierda".

Pero, ¿No es la política manejada desde ese punto de vista? tal vez en mi ingenuidad podría pensar que dicho establecimiento filosófico sea correcto, sin embargo, no es cierto (Y es errado por donde se lo vea), a aquellos que pueden generar buenas ideas, pero se los descarta porque "eres de la partidocracia", "ese es de derecha o de izquierda", "es reformista o radical" y así, estableciendo dicho parámetro, se llega a dividir a la sociedad en estamentos políticos, cuyos lemas ya debieran estar enterrados ya, aunque para muchos (en especial los que gobiernan, sin distinción alguna), es un buen negocio que se rentabiliza en las urnas (Los goleamos en las urnas o discursos parecidos), aunque eso ya es de larga data, actualmente esta situación se ha dado con mayor fuerza, a tal que se ve muy arraigado sociablemente (A tal que debes mostrarte cauto, en igual cuestión que en el futbol), ya que ese dogmatismo político puede ser igual de peligroso que el religioso: arrastra masas y las dirige, cual ovejas, a cometer errores y horrores de incalculable magnitud. Solo veamos la historia y se confirmará lo dicho.

Ahora bien, como en política partidista se debe asumir esto como algo necesario (en muchos países cuya cultura política es casi nula), se reverencia al caudillo como una especie de mesías que va a solucionar sus problemas, pero en Ecuador eso puede tomar tintes peligrosos: ya se anuncia "choque de trenes" por la cuestión de modelos, aunque es muy fácil para el pastor llevar a las ovejas hacia el lobo, este no las lanza, sino que deja que, por instintos, estos "corran" para evitar ser devorados; en igual consonancia se habla de política: las personas, por sus nula capacidad de discernimiento político, se dejan guiar por los caudillos del momento hacia el peñasco y ellos son los sacrificados, ya que es sabido que dichos caudillos estarán en las tarimas, lugares en los cuales se encuentran "como en su casa".

El dogmatismo político es peligroso, y en esa visión de "políticamente correcto" hay que caminar con pies de acero, ya que hay letreros que te dicen que es lo debido y que no, aunque para simular bien (A punto de hiperrealidad), se asume un costo de "auto inmolarse", ya que es fácil para el caudillo asumir eso como que el "otro" lo hizo (En cualquier caso, la izquierda lo asume como un peligro creado por la derecha o viceversa), Hitler vio en el incendio del Reichstag de 1933 la ocasión perfecta para sumir el control absoluto del territorio alemán, sea quien fuese su provocador.

En lo personal, siempre respetaré la opinión contraria a la mía, ya que eso es de demócratas; además, como buen capitalista, es un buen argumento para sostener la idea de competencia (Mi hermano me comentó el hecho de que los dos proveedores de él le hicieron la oferta: por un lado la una deseaba sacar a la competencia firmando una especie de exclusividad para su producto; por el contrario, el otro no deseaba firmar ningún papel, pero deseaba que le siguiese comprando a los dos), ¿Cual es la visión correcta?, mi hermano le había dicho a él segundo que esto era lo que pensaba su competencia; el otro se quedó sorprendido, obviamente mi hermano es muy sapiente (Debo a él muchas observaciones a algunos errores míos) y no hace lo "ilógico", no lo incorrecto.

Lo último que diré es esto: Desprecio en parte la política partidista del Ecuador, ya que se asume, desde ese contexto filosófico mencionado inicialmente, la manera de hacer polítca; sin embargo no aborrezco la política en sí, ya que, como buen político, considero que esta es la vía correcta para poder solucionar los conflictos que se den dentro de toda sociedad, en donde las cuestiones públicas más relevantes sean asumidas con vigor y tesón, con direccionamiento y diplomacia, abogando, hasta lo último esta opción; renegar de la política es renegar de mi condición humana desde un presupuesto epistemológico: El hombre es un animal político. Solo quitemos lo político a hombre a ver en que queda, es obvio el resultado. Seamos racionales y adoptemos la multiculturalidad y el cosmopolitismo como una forma de vida para acabar este mal, que le está haciendo daño al Ecuador y al el mundo entero.

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